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Teletrabajo y Salud Bucal

Dra. Beatriz Regina Melamed

Odontóloga

Especialista en Ortopedia y Ortodoncia.

Especialista en Implantes.

MN 14145

MP 43320

mail consuldramelamed@gmail.com

Mi nombre es Beatriz Melamed. Soy odontóloga desde hace 46 años y mi especialidad es la Ortodoncia.

Soy mamá, abuela y docente. Elegí esta profesión porque he convivido con la misma desde pequeña y, evidentemente, la familia la lleva en la sangre: mi hija mayor continuó con la tradición.

Amo esta actividad particularmente por el vínculo que los odontólogos y odontólogas establecemos con nuestros pacientes.

Es por eso que, a partir de los momentos que hemos transitado, me he permitido reflexionar a partir de la experiencia que fuimos adquiriendo con el devenir de la pandemia y el consecuente confinamiento de la población.

Esta situación extrema generó cambio de nuestros hábitos y costumbres, entre los cuales voy a destacar el aumento de personas que hoy trabajan en forma remota.

En el siguiente artículo les acerco 10 buenas prácticas para el cuidado de la salud bucal en teletrabajadores y teletrabajadoras.

  1. Realizar control odontológico cada 6 meses: es primordial que los teletrabajadores y las teletrabajadoras continúen efectuando controles de rutina con un profesional odontólogo, idealmente 2 veces al año. 
    La atención oportuna y especializada generará el tratamiento adecuado en caso de ser requerido.
  1. Incorporar la tecnología para la educación en salud: además, sin asistir presencialmente a los centros odontológicos, hoy existen diversos recursos pedagógicos, material de lectura y educativo destinado a la población general y publicado por fuentes confiables en diferentes portales de acceso gratuito. 
    La información allí vertida, se encuentra centrada en la promoción de la salud y la prevención de la enfermedad, con lenguaje claro, adaptada a las diferentes etapas vitales, tanto en niños como en adultos. 
  1. Enfrentar el temor de concurrir al dentista: es sabido que, habitualmente, el tratamiento odontológico es una de las prácticas popularmente más temidas. Esto, claro está, se acrecentó en los tiempos que hemos vivido, sumándosele el miedo a compartir espacios cerrados con otros pacientes, al contagio de diversas enfermedades dentro de las cuales actualmente se destaca el COVID-19, la timidez por no haber concurrido a controles previos y/o vergüenza por presentar deterioro o pérdida de piezas bucales.
    En relación a este punto, quiero transmitirles tranquilidad a todos los pacientes, contándoles que los profesionales debimos informarnos, estudiar y repensar cómo cuidarnos y cuidarlos: hoy disponemos de protocolos nuevos, reorganizamos los consultorios y los cronogramas de citaciones, utilizamos vestimentas especiales como cofias, barbijos, botas descartables, camisolines, anteojos, cápsulas de acrílico para cubrirnos la cara y la cabeza. Además, usamos alcohol, hipoclorito de sodio, sanitizantes, alfombras para desinfectar el calzado de cada ingresante y desinfectamos permanente los equipos, entre otras medidas que hemos adoptado.
    También debimos quitar las revistas y los juguetes que usualmente había en las salas de espera con el fin de disminuir la manipulación de objetos y evitar la propagación viral en pos de la prevención y del cuidado.
  1. Cepillar correctamente los dientes: cuando nos encontramos sin salir de casa, muchas veces se alteran nuestras rutinas cotidianas, nuestra forma de vestir, el horario del baño y hasta su frecuencia. 
    Esta situación comenzamos a verla con el auge del confinamiento. Se sumaba en ese momento la desorganización generalizada, la falta de interacción con el exterior y el impacto psicológico en casi todas las personas. 
    A pesar de que la situación actual ha cambiado y la incertidumbre también, los odontólogos y odontólogas continuamos observando la falta de un correcto cepillado dental, particularmente en quienes teletrabajan y es un tema que preocupa a la comunidad profesional de la cual formo parte.
    Es de suma importancia continuar con la conducta preventiva de una buena higiene bucal, con una periodicidad mínima de 3 veces por día, independientemente de si debemos salir de casa o no y de si interactuamos con otros o no.
    A su vez, resulta indispensable motivar a nuestros niños para adquirir este hábito a partir de los 3 años.
  1. Cumplir una dieta equilibrada: los odontólogos decimos que existen 4 “Momentos de Azúcar”: el desayuno, el almuerzo, la merienda y la cena. 
    Lo esperable es que consumamos dulce en estas comidas por lo cual, siempre después de las ingestas principales, debemos cepillarnos los dientes. 
    El azúcar, junto con las bacterias que poseemos en la saliva, produce ácidos que lastiman al esmalte, derivando en la producción de caries.
  1. Evitar el picoteo y los alimentos no saludables: debemos indicar no consumir entre comidas alimentos no saludables y ricos en azúcar como golosinas, gaseosas u otras bebidas dulces, tortas, galletitas y/o caramelos. 
    Al encontrarse durante todo el día en su casa, muchos teletrabajadores se desorganizan, se aburren, alteran las rutinas y realizan ingestas descontroladas de alimentos. 
    Esta situación, además de generar sobrepeso, dislipidemia, intolerancia a la glucosa, diabetes, entre otras enfermedades, causan alteraciones odontológicas que, aunque no son tan notorias como la ganancia de peso, son muy frecuentes y generan diversas complicaciones entre las que se destacan el incremento del índice de caries y los problemas periodontales.
  1. Controlar la pérdida de piezas dentales: en los adultos también es de suma importancia evaluar tanto la pérdida como la reposición de las piezas dentales. Hemos visto situaciones sumamente preocupantes en el contexto de la pandemia que generaron desde un fuerte deterioro en la salud física de los pacientes con dolor, molestias locales y alteraciones en la oclusión funcional hasta problemas de índole psicológica por el gran impacto estético que la falta de piezas dentales conlleva.
    Pensemos, asimismo, en pacientes que poseen alguna patología del orden psicológico a los que se le suma la pérdida de la integridad de su dentadura y el círculo vicioso que se genera con su estado de base.
  1. Trabajar para controlar el estrés y la ansiedad: el agotamiento, la incertidumbre y el aumento de las exigencias laborales, sumado a problemáticas personales e intrafamiliares, aumenta el grado de estrés de las personas. 
    Desde el punto de vista odontológico, nos preocupa el incremento del bruxismo y del rechinamiento de los dientes, tanto de adultos como en adolescentes y niños. 
    Esto trae, con el tiempo, dolor de la Articulación Témporo Mandibular (neuralgia) a veces de una magnitud insospechada, padecimientos relacionados a la columna cervical, cefalea y/o migraña que conllevan a cuadros de difícil diagnóstico y tratamiento, insomnio, ansiedad y estrés, importantes gastos en terapéutica médica, incapacidad y ausentismo laboral.
    En estos casos, localmente instalamos Placas de Relajación para aliviar la oclusión durante el sueño e, inclusive, podemos ofrecerlas para uso diurno si se los pacientes se encuentran muy estresados.
  1. Fomentar la labor interdisciplinaria:
    En diversas situaciones, los odontólogos acompañamos al paciente y podemos sugerir el inicio de tratamiento del estrés mediante técnicas de relajación, derivación para la asistencia psicológica, indicación de consulta con el nutricionista, el médico clínico y/o el neurólogo, entre otros, dependiendo de las situaciones que se encuentre atravesando cada individuo. 
    El trabajo interdisciplinario es fundamental para abordar algunas cuestiones que comprometen las diferentes dimensiones que hacen a la salud.
  1.  Establecer un vínculo estrecho entre el paciente y el profesional: en relación a la salud bucal hay mucho por hacer y lo haremos en la medida que nuestros pacientes recurran a nosotros. 
    Para el éxito de cualquier intervención profesional debe establecerse un vínculo basado principalmente en la empatía tanto del paciente con el odontólogo como del odontólogo con el paciente.

En síntesis: el cuidar adecuadamente la salud bucal en los teletrabajadores y teletrabajadoras, es parte fundamental de las buenas prácticas a adoptar para que el Teletrabajo sea 4.S: sano, seguro, sostenible y sustentable.

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